Una de las ciudades del «Anillo de Oro» ruso, Úglich, tiene una encantadora fachada al Volga presidida por una iglesia de nombre sangriento («San Demetrio en la Sangre») que recuerda la muerte (supuestamente «accidental», como suelen ocurrir los magnicidios en Rusia, en todas las épocas) del zarevich Dimitri Ivanovich, último de la saga Rurikovich, a finales del XVI. Lo disfrutamos en nuestra primera parada remontando el Volga desde Moscú, en agosto de 2019.
