La madraza anexa a la mezquita de Ben Youssef, en Marrakech, es una joya arquitectónica del S. XVI. Tiene una configuración muy especial, con las celdas de los estudiantes agrupadas alrededor de seis patios más pequeños -escala humana, doméstica- de estructura y barandas de madera tallada, que vierten a un patio central porticado con un estanque de abluciones, de dimensiones más monumentales, y en la cabecera el mihrab, muy «andalusí», decorado de forma exuberante en su arco de entrada y su cúpula. Mocárabes en el intradós de los arcos, atauriques de yeso con motivos geométricos y florales, taraceas de cedro en los antepechos y azulejos; todo muy, muy nazarí. Toda una réplica de la mejor arquitectura de Al Andalus dos mil kilómetros más al Sur. Marruecos, abril de 2014.
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