Javier Verdejo no pudo terminar su pintada. Se quedó en la T, de Trabajo. Hace treinta y tres años, y fue en la otra punta de la península, pero lo peor que podríamos hacer con Javier, y con tantos otros javieres, es olvidarnos de su existencia: sería como volver a matarlos por el olvido. Visto en IUAlhaurínTV.
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Fueros (ii) — arkimi… en Fueros (ii) adm en Primum rosa Almudena en Primum rosa adm en Llanada atardecida. Almudena en Llanada atardecida.
Y por cierto, el gobernador civil de Almería que se negó a investigar el asesinato fue después magistrado del Tribunal Supremo de nuestra ejemplar democracia hasta que se murió el año pasado.
Así va el País, el poder judicial, el Tribunal Supremo y la judicatura, hugo. Ya decía yo que había mucho juez falangista suelto…
Me uno a tu homenajer y lo republica-ré el 14 de septiembre de madrugada. Besos. PAQUITA
Gracias por recordarlo, Fernando.