Este año he sido muy, muy malo. No me he merecido ninguno de vuestros regalos, así que me voy a ahorrar pediros nada para mí, porque además de haberme portado rematadamente mal, no creo ni en vuestro jefe-dios ni en vuestro trabajo-monárquico. Es más, si por mí fuera, os íbais al paro hoy mismo y por partida doble: por adoradores de dioses inexistentes, y por monarcas, o sea, gobernantes no electos.
Pero os quiero pedir algo no para mí, sino para much@s niñ@s que sí creen en vosotr@s: que no seáis machistas. Aceptadme la gracieta: que no seáis «moros» 😉 repartiendo los regalos. Que lo del juego es una de las primeras maneras de socializar, de compartir, que tienen los cachorros de seres humanos, y de los primeros modos de acercarse a la cultura, al aprendizaje. Y que si ya desde el juego, desde los juguetes, empezamos diferenciando sexos, mal vamos. Luego tendremos lo que nos merecemos.
Para que veáis que voy de buen rollo, os envío yo un regalo (fijáos en la paradoja: el mundo al revés, un ateo descreído y republicano enviando cartas y regalos a unos reyes magos adoradores de cristo): este cartel preparado por el grupo de hombres por la igualdad de Álava, y que he visto en el blog del Grupo Hombres Gasteiz. Ponedlo en los camellos, o cerca del portal ese al que vais, pero no lo perdáis de vista. A ver si este año, entre tod@s, conseguimos mejorar en este asunto.
Hala, reyes, tíos, que también a vosotros os deseo salud, diversión y, como a todo el mundo, urte berri on, que lo cortés (de la corte) no quita lo valiente.
«Por partida doble»: entonces, según tú, los que adoramos a algún dios que tú crees inexistene, ¿nos deberíamos quedar sin trabajo?
¡¡¡Nooooo, por Vladimir Illich, no!!!. Ya sabía yo que esto iba a ser mal entendido, por lo mal explicado que está, M@k (mea culpa).
Si te dedicas a adorar a un dios inexistente o a reinar -sin ser elegido por tus súbditos-, creo que te deberías quedar en paro en ese trabajo religioso-místico-monárquico, pero no creo que debieras permanecer en ese lamentable estado, en paro, sino que tendrías que buscarte un trabajo con el que ganarte la vida, como tod@s hacemos.
O sea, lo que yo eliminaría son los puestos de trabajo de adoradores de dioses y los de reyes. Pero los reyes y adoradores de dioses seguro que pueden hacer muchas otras cosas útiles para la sociedad que les permita ganarse la vida dignamente.
¿Ahora sí me he explicado?
Ahora sa pasao usté don fernando.
Y ni el oro ni el incienso ni la mirra son regalos sexistas, eso sí, parecen la mar de aburridos.
Puedes haberte explicado, pero sigo sin estar de acuerdo 😉
Ojo, con lo del sexismo al regalar, sí.
Puede que sí, puede que no.
A ver, que igual estamos (estoy) cogiendo rábanos por hojas equivocadas.
«Cualquier ciudadan@ tiene derecho al trabajo, pero si de mí dependiera, no permitiría que nadie se ganara la vida como adorador de dioses o reinando sobre personas y países.»
No quiero decir que cualquiera que crea en distintos dioses o supersticiones tenga o no derecho al trabajo o deba ir al paro. Vladimir illich me libre, no. Para nada. Cualquiera puede creer en los dioses o supersticiones que prefiera, es libre, lo mismo en Jesucristo que en el Espaguetti Volador o en la reencarnación zahorí del Lehendakari Ibarretxe. Por mí, allá cada cual. Pero no es lo mismo tener una creencia, cada uno, en su ámbito privado y particular, que ganarse la vida a costa de tod@s (de l@s contribuyentes, mayormente) gracias a su actividad religioso-adoratriz, o a su actividad reinante sobre sus súbditos.
Es decir, no es lo mismo ser monárquico -totalmente respetable- que tener «de profesión, sus yates, recepciones, mensajes de navidad y en vacaciones, matar osos borrachos».
¿Ahora sí, o todavía estamos en desacuerdo, M@k ;-)?
(Respecto a lo de los regalos no-sexistas no me había quedado duda, M@k)
jejje menuda has armado Fernando. Deberías haber escrito a Olentzero que seguro que es republicano y carbonero, y no adora a nadie, símplemente anuncia que Kixmi ha nacido.
Estamos de acuerdo entonces en que ambos prohibiríamos la cienciología ;-)) -no voy a entrar en los motivos para no quedar de nuevo en desacuerdo ;}
Yo lo que creo es que quieres que te regalen carbón, aunque sólo sea para reactivar zonas económicas típicamente rojas ;-]
oiga, don fernando, que no me dice ná -so desaborío- y yo le he dicho que se ha pasao, no por defender la república sino por haber llamado reyes a los magos de oriente. Que, por mí, que se queden en el paro reyes y dioses, y sexistas todos.
Pero que yo no quiero que a mis chiquitinas les pase como al príncipe felipe, que ya desde su más tierna infancia decía aquello de «los reyes son los padres, los reyes son los padres…»… el muy repelente.
No, don Ioannes Xabier. Que no me fio. Ese Olentzero, por lo que leo, debe ser mala prenda, porque hasta la picolada y doña Barcina lo tienen como tal. Nada bueno hay que esperar de quienes no cuentan con la confianza de la benemérita y la buena gente de Burgos que gobierna Navarra.
M@k, me has pillao. Estaba únicamente a la recolecta de combustible fósil.
¿Te acuerdas de las carbonerías que había en la calle Larretxipi y en la -antes llamada- División Azul?
¿Estoy demasiado viejo, verdad? 😉
Don mitxel, no sé a quién quiere usted engañar. Todo el mundo sabe que los reyes son, además de reyes, magos y viceversamente consigo mismos, y que son magos hasta para l@s niñ@s republicanos -los más malos-malotes del lugar-, por lo que incluso en el paro son capaces de hacer llegar sus regalos a tod@s l@s niñ@s del mundo cristiano, o sea, civilizado, o sea, merecedor de regalos. Válgamelcielo, pordiós.
Al ciudadano Borbón Grecia no me lo miente usted, que estábamos muy tranquilos sin pensar en guillotinar a nadie por el momento…;-) Todo sea por la concordia, el consenso y su p*** madre.
Fernando, recibo con emoción la últimas frases de tu artículo y prometo hacer lo posible, desde mi regio puesto en la cabalgata de mañana, por enviar un mensaje no sexista a las criaturas que se sienten en mis rodillas. En concreto, había pensado iniciar la conversación diciendo: «la reina y yo …» ¿Puede valer?
La verdad es que lo del no sexismo habría que empezarlo por designar no sólo reyes sino también reinas. Que supongo que a esto no os opondréis algunos de los escribientes anteriores, que para eso andáis defendiendo lo de las chicas guerreras.
Jo, la que acabo de armar.
Seguro que el Rey Gaspar a su paso por Galdakao es un ejemplo de trato igualitario entre niños y niñas. No me queda duda, Bengoetxe. Ojalá fuera así en todos los casos.
(En el jardín del sexo de los Reyes no me meto, que ya me he metido en suficientes líos en este hilo 😉
Desde luego hacéis lecturas de lo más raritas…
Si bien es cierto que los tres reyes son varones, representan así mismo las razas humanas que habitaban en terreno conocido y explorado por estas latitudes en el momento histórico en el que aparecieron.
El incienso, el oro y la mirra, así mismo, son regalos universales. El oro indiscutible por el dinero que representa, y joyas que a día de hoy usan más mujeres que hombres.
La mirra es una resina aromática que, entre otras cosas sirve para hacer incienso. Y, que queréis que os díga? a pocos varones (que se sienten varones)he visto poner yo en sus habitaciones para perfumarlas. Encambio las mujeres son mas habituadas a ello.
Además la mirra tiene propiedades medicinales, que son unisex, pues ambos sexos se encuentran mal algunas veces.
En cuanto a como se ganan la vida los que trabajan para el mundo espiritual, te diré que la iglesia invierte más en ayudas sociales que ninguna otra entidad (incluído el gobierno socialista -que, irónicamente, viene de social-). Si se destruyera ese organismo, que precarios estarían muchos enfermos y necesitados. Cuantos no habrían podido comer debido a la crisis…
Desde mi punto de vista, quizás rarito, lo reconozco, betoki, la labor de las iglesias, basada moralmente en la caridad cristiana, debería ser sustituída por la justicia social. La asunción de labores sociales de apoyo a los más desfavorecidos, siendo en su resultado final positiva, paliativa de la desdicha y de la injusticia, no lo es, creo yo, en su origen y orientación. En general, la sustitución de la protección social por ley, de los derechos mínimos de ciudadanía, por la caridad basada en principios religiosos, no es mi ideal.
Sobre el sexismo de los regalos no creo que tengamos mucho de qué discutir: acepto barco como animal acuático, y oro-incienso-y-mirra como presentes más femeninos que masculinos. Pero creo que ya sabemos todos a qué nos referimos como «regalos sexistas»: las muñecas y los balones destinados ineldiblemente a niñas y niños, respectivamente, en correspondencia biunívoca de recintos estancos, predestinadores de roles sociales.