Basta de lamentos. Ahora toca actuar.

baracoa taller de bicicletas el mellizoMe ha parecido una idea fantástica, inspiradora, ilusionante, transmisora de entusiarmo del bueno y karma positivo, digna de seguir, difundir, y lo que es más importante, útil, muy útil para cambiar el mundo, esta mierda de sistema económico y político que todos ahora lamentamos, que privatiza los beneficios y socializa las pérdidas cuando vienen mal dadas, que sólo rescata a los poderosos y se olvida de los más necesitados.

Pablo ha dado en el clavo: los microcréditos de KIVA, en el más puro estilo PeerToPeer, P2P, persona a persona o como queráis llamar a esta manera de tejer redes sociales horizonales, sinérgicas y macramentales, son herramientas de transformación social que responden al principio de la sostenibilidad bien entendida: entender el problema globalmente para actuar localmente, localizadamente, poquitos a poquitos, pero de manera directa y eficaz. Gracias, Pablo, por la inspiración y por levantar la liebre.

A los demás, quienes podáis y queráis, esta me parece una iniciativa digna de seguir, de apoyar, en la que participar para cambiar el mundo, sí, incrédul@s, sí, porque impossible is nothing. Aquí tenéis el grupo que ha creado hontza, para agrupar esfuerzos, hontza & friend. Yo ya me he adherido a la iniciativa. Y para quien aún no esté convencid@, transcribo a continuación la explicación de Pablo:

En post anteriores me quejába con cierta amargura de la terrible situación que ha provocado nuestro sistema económico mundial y de las nulas soluciones reales y efectivas que se han aportado para resolverlas.

Pensando en escribir un post sobre la pobreza, tema del Acción Blog 2008, me encuentro en meneame.net con esta fantástica iniciativa: KIVA

Se trata de una organización a través de la cual se pueden hacer microprestamos directamente a pequeños emprendedores en países empobrecidos. Quienes reciben estos micropréstamos los utilizan para abrir un pequeño negocio, comprar algún útil para mejorar su actividad, en definitiva para buscarse un medio de vivir dignamente.

Posteriormente quien ha recibido el microcrédito lo va reembolsando (sin intereses, claro) y se puede volver a prestar a otras personas. Cada cual elige vía web a qué personas prestará su dinero y recibe información de la marcha del negocio que ha ayudado a montar con su microcrédito.

La idea me parece fantástica y no sólo me he dado de alta sino que he creado un grupo: Hontza & friends para todos los que queráis participar en esta iniciativa. Juntando nuestras pequeñas aportaciones podemos conseguir efectos más importantes y este blog servirá como punto de encuentro y de información para todas las personas que participen.

No dejes pasar esta gran oportunidad de tomar la iniciativa, actúa, no esperes que otros lo hagan, hazlo tu ahora!!!

(La foto, de una minúscula tienda de reparación de bicicletas con el satisfecho arreglabicicletas sonriente, la tomé en Baracoa, República de Cuba, en julio de 2008)

Esta entrada fue publicada en sociedad y etiquetada , , , , , . Guarda el enlace permanente.

12 respuestas a Basta de lamentos. Ahora toca actuar.

  1. Muchas gracias por participar y por difundir!!!

  2. Almudena dijo:

    No me parece mal, pero ¿crees que este sistema va a poder ayudar a las personas que en nuestro entorno próximo lo están pasando y lo van a pasar muy mal?
    ¿Esto es para ir haciendo algo sin lamentarse? ¿O es la solución global a la crisis?
    Después de leer tu entrada y la de Pablo, cuando al fin he leído de qué iba vuestra propuesta me ha venido de inmediato a la mente, lo que se hacía en los colegios religiosos hace mucho tiempo (ver y solucionar los problemas de pobreza a distancia, mientras se dejaban sin solucionar los problemas más próximos). No es caridad, desde luego, pero empieza muy lejos. Parece que no se pierda dinero por el camino y que luego de nuevo se utilice en más préstamos.

  3. mitxel dijo:

    La solución no es la caridad, o esta forma de caridad, sino la justicia social. La caridad es cuestión privada, de iniciativa privada y a seguir de forma privada.
    Llevamos demasiados años dejándonos comer el coco con oenegés que en muchos casos se ha demostrado lo que son y, en otros muchos, son turistas sin fronteras.En el mejor de los casos, esa gente puede hacer mucho bien privado, pero en ningún momento pueden liderar a la izquierda so pena que nos convirtamos en cáritas diocesanas.
    La iniciativa es honesta, de eso no me cabe la menor duda, más viniendo de donde viene, pero sigo sin estar de acuerdo. Al final este tipo de cosas terminan haciendo más mal que bien: el Estado acaba por dar dos duros a la iniciariva y dejar lo que deberían ser sus obligaciones en manos de voluntarios bienintencionados.

  4. fernando_mh dijo:

    Esto no es caridad, Almudena y mitxel. Es romper el sistema, el sistema financiero que no permite desarrollarse a las personas. Es dinamitar por la raíz los principios del capitalismo. El dinero que necesitan los que menos tienen para poder vivir no se lo regalamos, ni se lo prestan bancos o estados o corporaciones a cambio de intereses justos o usureros, sino que son personas que confían en otras personas. Se trata de confianza, no de caridad. De persona a persona.
    No sé, creo que no lo hemos explicado bien. Nada que ver, desde mi punto de vista, con ayudas o limosnas o caridad. Es una revolución de colaboración entre personas, entre iguales, para conseguir el bienestar, basada en la confianza.

  5. mitxel dijo:

    No quería darle una connotación peyorativa a la palabra caridad, por dos razones: porque la caridad no es mala en sí misma, y porque desde luego sería injusto con ustedes.
    Pero me sigo oponiendo a la privatizacón de la educación, de la sandidad y, con más motivos, de la solidaridad.

  6. Almudena dijo:

    Creo que he entendido bien, fernando mh.
    Sólo pregunto si este sistema es útil (o va a ser útil) aquí (País Vasco) si la crisis continúa.
    Es decir: ¿será posible encontrar todas las personas necesarias para que presten dinero (sin interés, en una relación basada en la confianza, de uno a uno)a quienes se queden sin trabajo de modo que puedan pagar su deuda con el banco (la de la hipoteca, por ejemplo) y además financiar algún negocio (¿cuál en tiempo de fuerte, fortísima depresión económica?)que les permita vivir y devolver el préstamo.
    ¿O crees que la crisis va a acabar pronto y no va a tener mayor repercusión?

  7. fernando_mh dijo:

    Mitxel, los microcréditos de KIVA no son caridad, ni se pueden inscribir en lo que habitualmente llamamos «solidaridad» institucional. Están orientados a posibilitar el desarrollo económico de pequeños, pequeñísimos proyectos de emprendedor@s que requieren una minúscula inversión que LOS BANCOS no les conceden por ser totalmetne insolventes. No estamos sustituyendo al estado, a la administración o a los servicios sociales. Se trata de sustituir la financiación PRIVADA-PRIVADA (corporativa, avariciosa, dinero garantizado por dinero o bienes) por la FINANCIACIÓN PERSONA-PERSONA, donde la única garantía es la CONFIANZA en que esa persona va a devolver el microcrédito. Esto no es privatizar, desde mi punto de vista, sino todo lo contrario: es «dospuntocerizar» la banca, transformar una pequeña parte del sistema financiero en un sistema COOPERATIVO, de persona a persona, basado en la confianza y no en las garantías reales, contables, y tampoco en la producción de plusvalías por el préstamo en forma de interés.
    Seguro que ahora, tras todo este rollo, se entiende mejor la diferente función de estos microcréditos y otras acciones solidarias, ¿no, mitxel?

  8. fernando_mh dijo:

    No creo que este sistema sirva para «occidente» tal cual como está montado, Almudena. Lo de KIVA funciona, y funciona muy fácil, porque las cantidades que requieren l@s emprendedor@s de países empobrecidos son minúsculas comparadas con nuestra renta per cápita. La diferencia juega a su favor: a nosotr@s no nos cuesta gran cosa «arriesgar» prestando 25$ a una persona de Bangladesh o Perú, y sin embargo a esa persona esa aportación le soluciona el 5% ó el 10% de su necesidad de financiación, de golpe y sin más contrapartida que su compromiso de devolución.
    Esto sería difícil transplantarlo a nuestra realidad económica. No digo imposible, pero requeriría darle unas cuantas vueltas, porque nuestra realidad social y económica es muy distinta.
    Yendo al ejemplo que pones: una persona que queda en paro, aquí, en Euskadi, salvo contadas excepciones, tiene derecho a un subsidio, una prestación, que, si lo decide así, puede capitalizar para contar con una cantidad nada despreciable para poder iniciar un negocio o una actividad por cuenta propia. Sin tener la necesidad de pedir créditos ni de devolverlo, simplemente por haber trabajado y cotizado por desempleo.
    Sin embargo, el problema no creo que sea ese. Es una cuestión de diferencia radical de sociedades. Las personas que piden y reciben microcréditos de Kiva NO TIENEN NADA, no tienen una vivienda en propiedad (como el 92% de las familias en Euskadi), ni un subsidio de paro, ni ahorros, ni plan de pensiones, ni familia -cercana o lejana- con ahorros o bienes raíces con posibilidad de avalar un crédito para una actividad económica… NADA, no tienen nada de eso. Su única posibilidad es esta iniciativa.
    Honestamente, Almudena, creo que una persona con ganas de emprender, aquí en Euskadi, o en Occidente, en el «primer mundo» en general, tiene muchas más oportunidades, posibilidades ciertas de contar con muchos medios para desarrollar una iniciativa (agencias de desarrollo local, capital-riesgo, redes cooperativas, redes sociales y familiares, protección social,…)
    Sin embargo, no me parece mal que dediquemos un rato a ver si, además de esas posibilidades que ya existen, podríamos «inventar» algo parecido a los microcréditos KIVA para emprendedor@s en Euskadi. Vamos a verlo, a darle una vuelta, ¿no?

  9. Almudena dijo:

    92% de familias con vivienda en propiedad. ¿Con la hipoteca pagada?
    De todos modos, quizá no estamos pensando en el mismo tipo de crisis.
    ¿Santiago Niño Becerra es un escritor de ciencia-ficción? ¿Entonces por qué no se oye tanto a ningún otro catedrático de esa misma disciplina contradiciéndole?
    Yo pienso en esa crisis donde todas esas posibilidades que enumeras estarán muy mermadas o desaparecidas.
    En ese contexto, las soluciones que se han de crear, sin excluir los microcréditos entre particulares y basados en la confianza, creo que han de ser distintas, nuevas, radicalmente nuevas.
    ¿Han desaparecido los y las economistas de izquierdas? ¿Se les ha agotado la creatividad? Cuando leí que lo ibas a pensar, cuando vi el título de tu blog tan enérgico, no sé qué imaginé. Pero cuando vi que os ibais tan lejos…
    Bueno, todavía estamos a tiempo, aunque Niño Becerra no parezca que lo crea.

  10. mitxel dijo:

    Sí, a medida que la explica gana muchos enteros la iniciativa. Su enfoque es: ¿es mejor que preste Botín o Mitxel? joe, pues se lo juro que mitxel.
    Perol, ¿es mejor que preste Botín, Mitxel o todos? pues yo creo que todos, que el susodicho mitxel tiene sus pedradas y lo mismo se reconvierte en usurero o, lo que sería más común -como señala Almudena- es incapaz de atender todas las necesidades. Es decir, privaticemos los sectores estratégicos, entre ellos la banca, tanto ahora que va mal como mañana cuando volverán a hacer negocio con usura.
    De todas formas, ambos nos habíamos entendido. ¿O quiere que de vez en cuando no le busque las cosquillas?
    Pero yo le escribía este comentario para que sepa usted que el centralista don Ricardo, el muy felón, intenta robarle este interesante cambio de pareceres en ese blog del que no vamos a dar el nombre para no darle publicidad a los que viven a sueldo de moscú.

  11. fernando_mh dijo:

    No han desaparecido, Almudena. Como ejemplo, los altereconomistas de ATTAC -más que «economistas de izquierdas», con etiquetas pseudoideológicas, creo lo que hace falta es pensar, y proponer, desde la izquierda, desde la justicia social y la solidaridad y la radicalidad democrática-participatica, en otros modelos económicos radicalmente distintos, en que otra economía, otro mundo es posible- han redactado un manifiesto muy interesante, titulado «Ha llegado el momento: ¡Clausuremos el casino financiero!», que comparto casi al 100%.
    ¿Era esto lo que estaban esperando, Almudena y mitxel?
    Dinamita para el sistema occidental, dinamita ideológico-propositiva que haga reventar esta bazofia de sistema para crear algo mejor de las cenizas de este sistema económico injusto, insolidario y antidemocrático.

  12. fernando_mh dijo:

    Por cierto, don mitxel, gracias por su encendida apologética hacia esta, que es su casa de usted, desde terruños asalariados de Moscú.

    (ya ve, no he podido resistir la tentación de enlazar ese interesante hilo…)

Replica a Pablo Aretxabala Cancelar la respuesta