De vuelta de la escapada estival. Sicilia. Isla de Europa Sur: medio griega, romana, árabe, medio cristiana, normanda, bizantina, aragonesa. Veintiocho siglos de arte, cultura y savoirfaire caótico y bello a la vez. Espacio apto para practicar el Slow summer: slow food, por contraposición al fast food. No busques McDonalds ni prisas, imágenes llamativas o grandes escenografías fotografiables, carne de nipón estresado. Aquí la vida es pausada, sabrosa, tranquila, mediterránea cien por cien. Las playas no son caribeñas, las catedrales no son francesas, ni los palacios vieneses. Ni falta que le hace. Esta tierra tiene algo de Estambul y de París a la vez, acrópolis barroca mediteránea. Coges Versalles y Santa Sofía, lo agitas [bastante] y sale Palermo. Con su spaghetti a l’anchiove, los cannoli de Maria Grammatico y su temeraria conducción con normas válidas únicamente a efectos orientativos.
Ya estamos aquí, tras el empacho de tanta belleza. Terapia y de la buena contra el estrés: Cefalú, Taormina, Siracusa, Noto, Ragusa, Modica, Piazza Armerina, Agrigento, Segesta, Selinunte, Erice, Palermo. Recomendable cien por cien. En próximas entregas, más imágenes de esta isla increíble. Mientras tanto, iremos retornando a la realidad poco a poco. Slow.
(La foto es de la costa de Cefalú, al este de Palermo, tomada en Agosto de este 2007)
Como te dije en otro comentario yo estuve en Sicilia en septiembre. Al parecer estuvimos en las mismas ciudades, más Enna.
Tengo clarísimo que en unos años volveré por allí, porque es probablemente el viaje más maravilloso que haya hecho en mi vida. Sabía que me iba a encantar, pero no sabía hasta qué punto.
Un abrazo,
hugo
@Hugo, comparto la sensación: este ha sido uno de los viajes de los que más he disfrutado de mi vida. Y tampoco lo esperaba. Además de las maravillas de arte de todo pelaje, el patrimonio histórico y cultural, la gastronomía, la gente, los paisajes increíbles y la buena compañía, además de todo, nos hizo un tiempo inesperadamente moderado, sin los grandes calores que esperábamos sufrir. Efectivamente, es un viaje para recomendar y para repetir, sin duda.
Preciosa Panorámica de Cefalu