Supongo que mis colegas, los Javieres, en sus blogs bengoetxe y leolo, por su implicación personal en la gestión de esta propuesta, e incluso Pablo en hontza -a quien por cierto, cada vez tengo más cerca, ahora incluso compartiendo plataforma en esta casa común que es Nireblog– harán en los próximos días alguna reflexión sobre la noticia que traen hoy todos los medios: la importante aprobación del Plan Director de Vivienda en el Parlamento Vasco ayer, miércoles 27 de Diciembre, y el asunto más polémico que se trató y resolvió en esta sesión, sobre la fiscalidad de la vivienda.
Yo únicamente quería soltaros, así, a vuelapluma, o más bien a botepronto, una primera impresión sobre este aspecto que ya ha sido tratado -y con no poca dosis de polémica, por cierto- tanto en este blog como en los «vecinos» de la blogosfera gorria, aquí, aquí y aquí, e incluso en algún medio comunicación de prensa diaria. Se trata de un elemento central en el debate que se produjo ayer en el Parlamento Vasco y que, por primera vez -que yo recuerde- ha suscitado la visualización de un bloque progresista frente a otro conservador en este Parlamento que hemos visto, hasta ahora, siempre, polarizado únicamente en función de términos nacionales, de mayor o menor nacionalismo vasco o español.
Las izquierdas de Euskadi [PSE, EA, EHAK, EB y Aralar], juntas, frente a las derechas [PNV y PP]. Defendiendo en el Parlamento Vasco -y ganando- una propuesta social, de redefinición del régimen fiscal de la vivienda. A pesar de que, como bien dice el diario El Correo en su reporte de hoy, hasta ahora el PSE ha estado contra las propuestas de Ezker Batua en materia de fiscalidad que contiene el Plan Director de Vivienda, apoyando con su voto junto con el PP en la Diputación Foral de Álava el incremento de las desgravaciones por compra de vivienda, parece que en este momento («repentinamente», dice El Correo) consideran adecuado ponerse del lado de la izquierda para retomar el debate. Bienvenidos a la casa común de la izquierda: nunca es tarde para hacer política progresista y transformadora.
Esta imagen de formación de un bloque progresista, transversal, ideológico, para defender ideas sociales y priorizar los intereses de la comunidad respecto a los intereses de los bancos, las multinacionales y las grandes corporaciones financieras e inmobiliarias es paradigmática, lo vemos y lo hemos visto en otras comunidades y estados, y afortunadamente se puede dar, ahora y en Euskadi, gracias a los mayores niveles de distensión política que permite la situación de tregua de ETA y los pequeños -aún, pequeños, esperamos más- pasos que se están dando para resolver el denominado «conflicto vasco«.
La competencia sobre la fiscalidad de la vivienda recae fundamentalmente, en lo tocante a su normativa, sobre las Diputaciones Forales, gobernadas precisamente por PNV (Bizkaia y Gipuzkoa) y PP (Araba), pero en este momento se contrapone a la soberanía del Parlamento, que resuelve y propone lo que corresponde según la representatividad máxima de cualquier cámara representativa. Ya estamos otra vez con la LTH a vueltas. ¿A quién corresponde fijar las directrices de política general sobre un asunto de «soberanía compartida»? Porque aunque la fiscalidad en el IRPF e IBI se tenga que regular en sede foral, el tratamiento fiscal de un producto social como la vivienda trasciende el puro formalismo impositivo para llegar al corazón de un derecho social, el acceso a la vivienda.
El fondo del asunto es sencillo: si merece la pena o no incrementar de manera importante la tributación en IBI a las viviendas vacías, por un lado, y si estamos dispuestos a ir, progresivamente, derivando el gasto fiscal por desgravaciones por la adquisición de vivienda hacia gasto directo de la administración en materia de fomento al acceso universal a la vivienda, reduciendo desgravaciones y aumentando inversión pública (de alguna manera, la misma propuesta que lanzaba desde este mismo blog hace un par de meses, en un artículo titulado burbuja fiscal). En esa disyuntiva, la postura del bloque progresista ha sido, por primera vez en mucho tiempo, unánime. Y también ha sido unánime la postura del bloque conservador, en contra de esta propuesta. Lo normal en cualquier país. Curioso y casi inédito en el nuestro.
Ahora toca ver si podemos seguir haciendo política -de la buena, de la que consigue más beneficios para el conjunto de la ciudadanía y más justicia social- o se interpone en este debate el viejo modo de hacer política en Euskal Herria, con los bloques nacionales evitando el verdadero debate social. En este caso -hablo únicamente a título personal, como siempre, no a título corporativo- mi opinión es clara: merece la pena reforzar este tipo de acuerdos, transversales, ideológicos, respecto al problema nacional y las disputas identitarias. El capital no tiene patria, y los trabajadores tampoco deberíamos tenerla para defender los intereses de la mayoría y de los más necesitados.
(Las fotos proceden de Oslo, la «gliptociudad», repleta de esculturas por todas partes, y las tomé durante el verano de 2.004)
«…Lo normal en cualquier país. Curioso y casi inédito en el nuestro.»
Y tan curioso, lo cual demuestra como, una vez superado el conflicto, en esta tierra se podrá avanzar en políticas sociales de una forma espectacular. Otra razón más para alcanzar acuerdos que posibiliten la paz.
@josemanuel: claro, claro: esta es otra razón más -además de la fundamental, el fin de la violencia y el conflicto- para desear, con todas las fuerzas, que durante el año que entra se den pasos de verdad para solucionar este «estado de excepción política» que hace que todo lo miremos tamizado por el cedazo identitario, nacional. A ver si puede ser 2007 el año de la paz, y de la recuperación -de rebote- de la política. Del diálogo izquierda-derecha.
Gracias por el meneo, además, josemanuel.
«El fondo del asunto es sencillo: si merece la pena o no incrementar de manera importante la tributación en IBI a las viviendas vacías, por un lado, y si estamos dispuestos a ir, progresivamente, derivando el gasto fiscal por desgravaciones por la adquisición de vivienda hacia gasto directo de la administración en materia de fomento al acceso universal a la vivienda, reduciendo desgravaciones y aumentando inversión pública (…)»
¿El objetivo es subir el IBI o que haya más pisos en alquiler? ¿El objetivo es gastar directamente en política de vivienda o facilitar el acceso universal a la vivienda? ¿No estamos confundiendo los medios con los fines?
Si el objetivo es que haya más pisos en alquiler, una reforma de la ley que favorezca al arrendador de los inquilinos morosos me parece mucho más efectiva a medio y largo plazo.
@Jaizki: ya hemos puesto la zanahoria. Ahora toca el palo. Estoy totalmente de acuerdo contigo respecto a que lo que no hay que hacer es confundir medios con fines, y que hay que tener claro que lo que queremos es fomentar el alquiler y que ese montón de viviendas vacías se pongan en el mercado. Pero no a cualquier precio. Además, creo que -dentro de las posibilidades competenciales de las CCAA- ya lo estamos haciendo. Me explico.
No sé si conoces el programa BIZIGUNE. Lo gestiona VISESA, y consiste en dar una absoluta seguridad al propietario de la vivienda que nos la cede -al gobierno vasco- para que la alquilemos a precio social. El propietario recibe una renta ligeramente inferior a la de mercado, y el inquilino paga un 30% de su salario. La diferencia la pone el gobierno vasco. La seguridad de la que disfruta el propietario va en dos sentidos: cobra siempre -pague el inquilino o no: de eso nos encargamos nosotros- y recibe el piso en las mismas condiciones que nos lo entregó. Y además ofrecemos un adelanto sobre la renta futura de hasta 18.000 €, a interés cero, para hacer las obras de reforma que sean necesarias (porque muchas viviendas están vacías precisamente porque no reunen condiciones de habitabilidad, y lo primero es adecuarlas)
Esta es la zanahoria.
Y ahora viene el palo: si aun teniendo este sistema, muy favorable para el propietario (una buena zanahoria, en esto estarás de acuerdo conmigo, ¿no?) hay propietarios que prefieren mantener sus viviendas vacías, nosotros proponemos que paguen el 150% de IBI que un ciudadano que tiene su vivienda ocupada como domicilio habitual. ¿Esto te parece tan mal?
Te sugiero una cosa, Jaizki: pregunta por ahí. Date una vuelta, y pregunta a quienes tienes cerca sobre qué les parece que alguien tenga su vivienda vacía, especulando con ella, sin uso, esperando a que crezca su precio para venderla, sin otra finalidad que la especulativa. A ver qué te contestan. A mí, al menos, esto me lo han dicho muchas personas -no puedo hacer una estadística, pero sí que puedo hacerme una idea bastante aproximada de por dónde van los tiros-.
La comunidad, al menos la vasca, (y por lo que parece, la catalana tampoco) creo que no tolera ya el dogma de la omnímoda propiedad privada y la sagrada decisión acerca de que «…yo hago con mi propiedad lo que me venga en gana; si quiero tener el piso vacío, como si quiero prenderle fuego…». No, esto ya no cuela. Con la necesidad social de acceso a la vivienda que afecta a una parte sustancial de la sociedad este liberalismo ya no funciona. La sociedad nos está pidiendo que impidamos este fenómeno.
Entiendo que desde tu posición liberal, ortodoxa, cohetente como siempre, Jaizki, no puedas admitir estas medidas y las combatas. Pero ponte en el lugar de los gobernantes, que han de responder a la necesidad -salida al mercado de los pisos vacíos- y al escándalo o la alarma social que genera el despilfarro de recursos y la contemporánea necesidad masiva. Te recuerdo que, lo dice la Constitución, «toda la riqueza nacional está al servicio del interés general».
Fernando, el liberalismo es mucho más que el liberalismo económico. Yo lo que defiendo son las libertades civiles y el mínimo poder en manos de los gobiernos. Muchas veces, los problemas que los gobiernos intentan resolver legislando, los han creado ellos mismos, con otras leyes anteriores.
En cuando a este caso, puedo entender el objetivo que se buscaría subiendo el IBI pero creo que no sería una medida efectiva. Si alguien tiene esperanzas de una gran revalorización, el IBI no le va a hacer desistir. Y si el IBI es imposible de pagar, antes venderá el piso que alquilarlo.
Si preguntas a la gente por qué no alquila, las respuestas más habituales son el miedo a no cobrar, el miedo a que le destrocen la casa y el miedo a no poder desalojar al inquilino si en un determinado momento necesitan vender o utilizar la casa. Es posible que no conozcan BIZIGUNE, o que no cumplan los requisitos para participar o simplemente que BIZIGUNE no les parezca tan interesante.
@Jaizki: posiblemente el incremento en un 150% del IBI no haga que todos los propietarios de vivienda vacía las alquilen. Posiblemente, algunos sí lo hagan al saber que, por ejemplo, de pagar 200 € al año van a pasar a pagar 500 € cada año, además de seguir teniendo inactivo un bien patrimonial. Y si, de paso, algunos propietarios se enteran de que existe un mecanismo –BIZIGUNE– para asegurar que las tres cuestiones «de riesgo» que les dan miedo (no cobrar, los destrozos y el desalojo al final del contrato) están garantizadas por el Gobierno Vasco. Claro, lo que no vale es el liberalismo sólo para unos (los propietarios) y el esclavismo para otros (los inquilinos). Lo que no vale es «poder desalojar al inquilino si en un determinado momento necesitan vender o utilizar la casa«, pasándose las cláusulas de un contrato de alquiler por el arco del triunfo. Cinco años (que es el mínimo que garantiza la ley para que un contrato de arrendamiento de una vivienda sea eso, una «VIVIENDA» (cosa o artefacto para vivir), no una pensión ni un albergue momentáneo. Para poder hacer una vida, alojarse, no se puede estar al albur de la voluntad de un patrón, propietario o terrateniente omnipotente, que decide cuándo te desahucia o cuándo te permite vivir -pagando sus rentas, por supuesto-. Además de ponerte en el lugar del propietario, ¿has hecho el ejercicio de ponerte en el lugar del inquilino? ¿Alquilarías una vivienda si no te garantizara el arrendador un mínimo de cinco años de permanencia en la misma vivienda? ¿Te parece abusivo este plazo? ¿Te parece que las rentas medias que se cobran en Euskadi por el alquiler de una vivienda libre (800 € al mes) son escasas, que no garantizan el retorno de la inversión en un plazo razoable o la rentabilidad de la inversión del propietario?
No soy liberal, ya lo sabes, como sistema o paradigma económico prefiero lo que los liberales llamáis «intervencionismo» porque creo que la intervención de la comunidad es el único sistema que garantiza los derechos de los más indefensos, y que el mercado no garantiza nada más que el máximo beneficio para unos pocos a costa del sacrificio de la mayoría… pero aún siendo liberal, hay que serlo para todos, no sólo para los que tienen más, para los preopietarios. También para los que no tienen tanto o no tienen nada (los inquilinos). Y esto del aumento del IBI para los propietarios de viviendas vacías no es más que justicia, justicia social. Y como decía antes: palo, además de la zanahoria.
Fernando, me parece que te sobra demagogia en la respuesta.
Ya hemos visto lo que pasa cuando se legisla a favor del inquilino. Pasó con la reforma de la ley de los 60 y la nueva reforma del 85. Lo que se consigue es que los propietarios no quieran alquilar y que, al final, el inquilino salga perdiendo y pagando el doble. Ese es el precio del intervencionismo.
Los cinco años son un periodo elegido por los legisladores y sin ningún significado real para los inquilinos. A unos les parecerá mucho y a otros poco. La solución es la libertad de pacto de condiciones entre arrendador y arrendatario, y una justicia eficaz que resuelva los incumplimientos.
Los 800€ al mes, sin contar todos los gastos, no son ni un 2,5% de rentabilidad en una vivienda 400.000€. Le sacarías más al dinero en el banco y sin problemas. ¿De verdad invertirías tú en vivienda para alquilar?
fernando mh no sé, pero yo si invertiría en vivienda para alquilarla. Claro está que eso será en el 2050 cuando acabe de pagar la mía. De todas formas, Jaizki, ¿no crees que la pregunta no es si nosotros, los del blog, invertiramos en vivienda para alquilarla o no, sino porque este negocio -comprar, construir o rehabilitar para alquilar- que existe en toda la UE casi no existe -como actividad económica seria- en España/Euskadi? Y otra pregunta más ¿porque en la UE vivienda protegida es igual a vivienda en alquiler y aqui no? Feliz año Jaizki
Buenas preguntas, Leolo.
Alquilar en España no es negocio -excepto en ciertas zoans- por varias razones: escasez de demanda, la legislación favorable al inquilino, la lentitud de la justicia, disparatado precio de la vivienda…
Hace cincuenta años la gente vivía mayoritariamente de alquiler. Se hizo una reforma para favorecer al inquilino -las famosas rentas antiguas-, con el cambio los propietarios optaron por vender. Esto coincidió con unos préstamos a tipo fijo, a 10 años y con una inflación altísima. En aquella época, comprar para vivir era más inteligente que vivir de alquiler. Una generación vivió con esa máxima, y la han trasladado a sus hijos, aunque las circunstancias hayan cambiado, y mucho.
En cuanto a la vivienda protegida, efectivamente, yo soy partidario de que toda vivienda protegida lo sea en alquiler. Ya se ha comentado ese tema aquí, y parece ser que no es viable económicamente a día de hoy, aunque yo sigo pensando que es un problema de hacer que el alquiler sea atractivo para que haya empresas que se dediquen a ello, y de educar a los ciudadanos para que entiendan lo que es una hipoteca.
@Jaizki: no has respondido a mi pregunta. O más bien, lo has hecho a la gallega, con otra pregunta, y eso es trampa. Repito la cuestión: ¿te parece barata la media de la renta de un piso en Euskadi, 800 € al mes? No te pregunto si te parece que la mejor manera de invertir 400.000 € es comprar una vivienda para alquilarla, porque no se me escapa que hay otras manera más rentables de emplear ese capital. Te pido que te pongas en el lugar de un ciudadano que YA TIENE una vivienda, vacía, sin uso, que le rinde el 0% (infinitamente menos que ese ridículo, según tú, 2,5%). ¿No te parece justo que ese ciudadano, si no quiere poner la vivienda en alquiler, pague una tasa especial, un recargo en el IBI por su «despilfarro social»?
No creo que decir esto sea demagogia, sino poner un poquito de justicia en este gravísimo problema que tiene la ciudadanía: muchas viviendas vacías y mucha gente sin vivienda.
Como decía, no es más que un pequeño «palo», que junto con la «zanahoria» de los incentivos (que conste, los hemos puesto primero, antes que el «palo»), pretende poner más vivienda en alquiler y a precios más asequibles. No creo que estas medidas vayan a producir el efecto contrario, como tú dices. Lo que ocurrió en el 85 es la prueba del nueve: un cambio legislativo que únicamente favorecía al propietario (no al inquilino, al contrario) consiguió que desaparecieran los pocos alquileres que quedaban.
Ni rentas antiguas ni legislación nueva: los tipos bajos y el alargamiento de los plazos de las hipotecas son los verdaderos culpables de la llamada «cultura de la propiedad». Si cuesta lo mismo la hipoteca que el alquiler no hay quien alquile. Y contra estos datos macroeconómicos no hay recetas mágicas, pero sí que hay medidas que ayuden a ir en sentido contrario: al menos, que las viviendas vacias se reinserten en el mercado. Con incentivos, sí, y con penalizaciones si no lo hacen, también. Repito: no se trata con esta medida de incentivar la compra de vivienda para ponerla en alquiler por parte de operadores privados (de eso, si quieres, hablamos con leolo, que de esto sabe bastante), sino de, al menos, poner en el mercado del alquiler una parte sustancial de las viviendas que están vacías, sin uso.
Fernando, te contesto, me parece que con una revalorización anual de los inmuebles del 10% no tiene sentido alquilar y tener el inmueble atrapado 5 años. E incluso si la revalorización no es tan alta, tengo serias dudas de que por un 2,5%, que después de gastos e impuestos con suerte será un 1%, compense, a un particular, todo lo que implica alquilar.
Y no, no me parece justo que se le cobre por tener la vivienda vacía. Es un parche populista que servirá para tener unos cuantos funcionarios más controlando qué viviendas están vacías, en vez de atacar el problema de fondo. Que es precisamente el que alquilar sea una actividad económica rentable, para que haya particulares y empresas que se dediquen a ello.
En cuanto a la reforma del 85, sólo fue un parche para mejorar el desastre de los 60, pero sigue siendo una legislación a favor del inquilino, especialmente del inquilino moroso.
Por otro lado, la zanahoria, BIZIGUNE, no puede ser la justificación. Una cosa es que se utilice vivienda vacía para que haya viviendas de alquiler social, pero no puede ser que el gobierno haga de intermediario en todos los contratos para solucionar el problema de la falta de viviendas en alquiler. Otra vez, más funcionarios para poner parches, en vez de arreglar los problemas de fondo.
Además, el problema de justicia social no es que haya vivienda vacía, el problema es el disparatado precio de la vivienda. Un problema creado artificialmente por una serie de circunstancias que han confluido en el tiempo, siendo una de ellas la nula formación financiera de la ciudadanía. Tiene delito que se siga diciendo que sale más barato comprar que alquilar. Me gustaría ver un caso real en el que sea así.
@Jaizki: para tu alivio (porque veo que todo lo que suene a funcionario te da urticaria; debe ser la liberalitis aguda que te aqueja, vamos a tener que hacértelo mirar 😉 te informo de que en la gestión del programa BIZIGUNE no intervienen funcionari@s, sino l@s chic@s de Pablo, trabajador@s de VISESA. Que son tan eficientes (o más, incluso, y mira que es difícil) que l@s funcionari@s.
Y si a tí no te parece un problema de falta de justicia social la coexistencia de un parque de vivienda vacía que puede suponer (según las comunidades y las poblaciones) entre el 5 y el 10% del parque total residencial, y gran parte de la población -jóvenes, sobre todo- excluídos del mercado y sin posibilidad de acceder a una vivienda digna… a mí, personalmente, esta paradoja, esta coexistencia de recursos sin utilizar y personas sin posibilidad de satisfacer una necesidad básica sí me parece un problema de justicia social. Será que no soy liberal. Será que pienso que el conjunto de la riqueza de un país debe estar al servicio de las necesidades de los habitantes de ese país, por encima de la intocable, sacrosanta y dogmática propiedad privada, como dice la Constitución, por cierto.
Por último, coincido en que el grave problema de fondo, el precio de la vivienda, es la «madre de todos los problemas». Pero, ojo, creo que difiero de tu análisis de una manera crucial: mientras tú ves una amenaza en el control público de este supuesto «Mercado» (el de la vivienda), yo mantengo que el culpable de todos los males (la carestía, el desequilibrio de oferta y demanda, la exclusión de gran parte de la sociedad de su demanda «solvente», la rigidez, el riesgo, la ausencia de un parque de alquiler, el monocultivo propietario,…) es precisamente el mercado. El inmobiliario y el financiero. Me remito, entre otros, a artículos anteriores de este blog y de hontza y leolo Pero sobre todo, a uno muy acertado de Bengoetxe sobre el alargamiento de los plazos de las hipotecas.
Fernando, iré a que me lo miren. Pero también tú tendrías que hacerte mirar esos sarpullidos que te produce el liberalismo. 😉
En realidad, no hago distinción entre funcionarios y empleados de empresas pública. Y no es una cuestión de validez profesional de los funcionarios. Lo que pasa es que no creo que sea una solución poner parches a algo que debería funcionar por sí solo. Si se aprueba una ley que hace que a nadie le resulte interesante dedicarse a vender pan, no creo que la solución sea crear panaderías públicas.
Siguiendo tus razonamientos, dado que la propiedad privada no puede anteponerse a las necesidades de residencia de la población, la solución únicamente puede ser la expropiación forzosa, no la subida del IBI. En cualquier caso, el problema es determinar que vivienda está vacía, y volvemos a lo de siempre. En vez de hacer que haya un mercado eficiente, complicamos todo y ponemos gente a perseguir a los malvados propietarios sin conciencia social. El resultado en la práctica, más gasto público y la misma situación real. Seguramente, sería más eficiente invertir ese dinero en juzgados para agilizar los trámites de deshaucio en casos de impago.
Sobre que la riqueza del país debe estar al servicio de los habitantes, eso da para largo. El problema es que no vivimos en un mundo ideal, y repartir la riqueza desincentiva el seguir creando riqueza. El intervencionismo acaba matando la economía. Cuando más hace el Estado, menos hacen los ciudadanos.
En cuanto a que el culpable de la situación de la vivienda es el mercado, te doy la razón en parte. El mercado es ineficiente por la parte de la demanda, que no entiende lo que compra, ni lo que es una hipoteca. Por supuesto, limitar los plazos de las hipotecas, en su momento, hubiera sido una solución mucho más práctica que tirarse de los pelos a toro pasado. Pero, puestos a invertir recursos públicos, mucho mejor hubiera sido invertir en formar a la población, especialmente a los solicitantes de hipotecas.
Por cierto, yo defiendo las libertades civiles y el mínimo poder en manos de los gobiernos, pero no soy nada radical en el tema económico. De hecho, no estoy en contra de la intervención del Estado en ciertos temas, cuando es necesario. Por ejemplo, me parece muy interesante BIZIGUNE como solución para ofrecer alquileres sociales. Lo que estoy es en contra de la intervención sistemática poniendo parches, en vez de atacar los problemas de fondo.
@Jaizki: vale, vale, me has pillado: yo también tendré que hacerme mirar esos picores que me entran cada vez que oigo propuestas que piden menos intervención, menos estado, más libertad de mercado… porque es cierto que me producen sarpullido. Lo reconozco.
Como siempre, creo que hemos llegado al callejón sin salida de todos los debates. El debate de fondo, ideológico. Sobre si el mercado, por si sólo, sin intervención de la administración -la gestora de los intereses de la comunidad, democráticamente elegida, recuerdo para desmemoriados- puede saciar las necesidades y anhelos de los ciudadanos o no. No es nada nuevo comprobar que pensamos distinto: yo creo que no, que no es suficiente, que el mercado es, de por sí, insuficiente y pernicioso -casi siempre- para cumplir ese requisito principal, y tú crees que el mercado, libre -inciso: ¿existe realmente algún mercado libre?- de esa intervención, «funciona» mejor. ¿Para quién funciona mejor? Desde luego, para la mayor parte de los demandantes de vivienda el mercado de la vivienda funciona fatal. Y siendo una necesidad ineluctable, primaria, pienso que ese mercado hay que intervenirlo de la manera más eficaz que sepamos.
Efectivamente, Fernando, en el callejón sin salida.
En cuanto a la elección democrática de la administración, hay mucho que hablar. Por ejemplo, hay muy poco de democrático en la elección de sus competencias.
Y tienes razón en que no sabemos si el mercado libre de la vivienda funciona, porque nunca lo hemos tenido. Lo que si hemos visto es lo bien que funciona con intervención.
Yo creo que hay una solución mucho mejor que la intervención, la educación. El problema es que una sociedad formada y pensante es muy peligrosa para unos políticos y unas instituciones que necesitan justificar su existencia.
@Jaizki: ¿mercado intervenido?¿800.000 viviendas iniciadas, todo el litoral mediterráneo macizado, el cuarto cinturón de madrid que llega ya a Ciudad Real y Guadalajara, la inmoburbuja bulímica atiborrándose de excedentes financieros familiares y corporativos y colapsando la salud de la tesorería nacional, las constructoras comprando todo lo que se mueve en bolsa, y tú me hablas de intervención?
Será broma,¿no?
Como chiste está bien. Tiene gracia. «El mercado de la vivienda está intervenido en España». Parece como de Marx. De Groucho, claro, no de Karl.
Fernando, ¿me quieres decir que no hay ninguna intervención pública? ¿Que el tema de la vivienda se basa única y exclusivamente en el mercado? ¿Que hay libertad de pacto en los contratos de alquiler?
Entre mercado libre e intervenido hay una escala de grises considerable, y seguro que a tí te gustaría que hubiera una intervención mucho mayor, pero de ahí a decir que es un mercado libre…
@Jaizki: creo sinceramente que la fijación de precios de venta y renta de viviendas NO ESTÁ INTERVENIDO por la administración (excepto, claro está, en el caso de las VPO, pero creo que de esto no estábamos hablando, sino de las llamadas «viviendas libres«), aunque tampoco creo que sea un mercado libre, porque no creo que ningún mercado sea libre de verdad, entendido como el modelo liberal puro, en el que el equilibrio -o desequilibrio- entre la oferta y la demanda es el que fija la fluctuación de precios y la diferenciaentre valor y precio. Creo que eso que llamamos «mercado libre» es realmente una entelequia, una entidad de ficción, un modelo que nunca ha existido realmente.
Pero si te paras a pensar, honestamente, dónde interviene la administración el precio de la vivienda llamda «libre», no puedes llegar a otra conclusión: no, indudablemente, el precio de la vivienda no está intervenido. No hay límites legales, ni partes o materias o elementos que influyan en la formación del precio de la vivienda que tengan precios mínimos o máximos.
Y como sé lo que vas a responder, y resulta que es mi especialidad (el suelo), conste que incluyo el suelo como uno de los elementos cuyo mercado NO está intervenido -lamentablemente, desde mi punto de vista-. La capacidad de construir sobre un suelo, claro está, está y ha de estar intervenido (definido por la administración mediante un PLAN) si queremos seguir perteneciendo a la civilización occidental. Pero tanto la formación del precio como los modos de transmisión y adquisición del suelo -como un elemento más en la producción de viviendas- está absolutamente liberalizado, no intervenido. Repito que opino que lamentablemente. Y creo que sé de lo que hablo.
Fernando, yo no he dicho que los precios de venta estén intervenidos, he dicho que hay intervención pública en el sector de la vivienda.
Está claro que en lo del suelo no nos vamos a poner de acuerdo. No sólo es un instrumento de financiación de los ayuntamientos, y foco de corrupción, si no que sirve para que los ciudadanos tengan que acceder a vivienda a través de promotores que son los que compran el suelo a los legítimos propietarios en condiciones bastante curiosas, y conseguían increíbles plusvalías.
Eso sin meternos en la ley de alquileres, que junto con la ineficaz justicia, hace que muy poca gente se plantee alquilar.
Y, por último, tenemos una sociedad con una cultura financiera aproximadamente nula. Sigo pensando que los recursos de la administración estarían mejor empleados en formar a la población. Claro que, como ya he dicho, una población formada es muy peligrosa.
@Jaizki: no sabes cómo agradezco tu tesón en el debate. Aún sabiendo de antemano que vamos a acabar como en casi todas las discusiones, en tablas, llegando a los caminos sin salida de las ideologías irreconciliables (liberalismo y socialdemocracia: conste que no voy más allá, sino que me quedo en la simple corrección del mercado con medidas de protección social de carácter parcial, sin llegar a maximalismos intervencionistas o socialismos utópicos, en este caso).
De verdad, te agradezco mucho que insistas en tu posición poítica, económica e ideológica que, aunque sea la opuesta a la mía y me parezca equivocada y perniciosa para la sociedad -como creo que se ha demostrado ya- respeto y estoy dispuesto a rebatir, a seguir rebatiendo con la discusión, el razonamiento y la educación y cortesía como principios. En ese sentido te agradezco tu constancia, coherencia y exquisita educación a la hora de defender tu posición. No es habitual tener la suerte de enfrentarse con este nivel de respeto y no es retórico el agradecimiento, sino sentido y sincero.
Aunque como veo que no nos vamos a poner de acuerdo -como era de esperar- sobre la bondad o maldad del mercado versus los mecanismos de intervención en éste para obtener mayores beneficios para la sociedad, ni tampoco vamos a converger -ni si quiera- en el análisis sobre lo liberalizado o intervenido que está el mercado de la vivienda (para tí parece que toda desregulación es poca, y yo seguiré pensando que el mercado por sí mismo no soluciona ningún problema , genera el monstruo de la especulación y la negación del derecho ciudadano al acceso a una vivienda asequible), prefiero centrarme, por ser positivo, en las cosas en las que coincidimos: al menos estamos de acuerdo en que una mayor y mejor formación (no sólo en materia financiera, también sobre política, arquitectura, urbanismo,…) evitaría la corrupción del sistema o la haría más difícil.
Y en esas estamos: no sé si se te ocurre algún otro sistema o mecanismo o alternativa a lo ya existente y que esté en nuestra mano para conseguir este objetivo común. A pequeña escala, y en la medida de que el acceso a Internet se va haciendo universal, creo que este medio –los blogs– y las conversaciones y el debate y cruce de ideas que pueden permitir sobre estos asuntos, son claramente un elemento potenciador de la formación ciudadana, de la formación de un espíritu crítico que no se crea lo primero que oye en los mass media.
Pero si tienes otras ideas al respecto, estaré encantado de oirlas y, en la medida de lo posible, apoyarlas: todo sea por la conciencia crítica y formada de la ciudadanía. El objetivo creo que merece la pena, sobre todo porque creo que es de los pocos que compartimos, ¿no? 😉
Fernando, te aseguro que el sentimiento en cuanto al tipo de debate es mutuo. Se agradece encontrar alguien que defiende sus ideas con educación y razonamiento.
En realidad, creo que estamos mucho más cerca en nuestras ideas de lo que pueda parecer a simple vista. Yo tampoco aspiro a la libertad absoluta del mercado, aunque la considere mucho mejor que el monstruo que tú ves.
Mi visión es que cuando aumenta la educación de la sociedad la intervención resulta más y más innecesaria, por eso defiendo que la más educación es siempre mejor que más intervención. Y que la intervención, cuando es necesaria en un momento dado, debe hacerse pensando en que deje de serlo. Considero la educación una solución a largo plazo, y la intervención necesariamente un parche temporal, hasta que alguien encuentre agujeros legales para saltársela.
La educación garantiza la eficiencia del mercado. Cuando compradores y vendedores entienden el funcionamiento del mercado y hay competencia efectiva, los beneficios son proporcionales al riesgo. La razón es que si una actividad empieza a ser demasiado lucrativa otros acudirán a ella reduciendo los márgenes de beneficio. Por supuesto, en todo mercado hay situaciones de exceso de oferta o demanda, que producen un reequilibrio.
En cuanto a cómo mejorar la educación, es cierto que blogs de cierto contenido pueden contribuir a un mayor debate y cruce de ideas, pero me temo que seguirán siendo utilizados por una pequeñísima minoría.
Mi forma de verlo, es que la formación de la ciudadanía pasa por cambiar radicalmente el sistema educativo. Otra escuela es posible y muy necesaria. Por ejemplo, se puede aprender mucho del formato de escuela del que hablaba Alexander Kjerulf en A new-skool school.
Como tengo a media familia en la enseñanza y he conocido de cerca la evolución de la misma reforma tras reforma, no tengo ninguna esperanza seria de que se pueda cambiar el sistema desde las instituciones. De hecho, lo visto me reafirma en mis ideas sobre los perniciosos efectos de la intervención estatal.
En fin, espero que la independencia financiera me permita dedicar a este tema, a título personal, el tiempo y los recursos que sin duda se merece. Con idea de crear una escuela que sea capaz de autofinanciarse económicamente, única forma de que sea sontenible a largo plazo sin depender de las instituciones.
@Jaizki: lamentablemente, mi inglés no da como para entender el contenido del enlace que nos recomiendas.
En lo que seguro que tenemos mucho en común es en la cercanía con el mundo educativo: el restante 50% de mi sociedad de ganaciales dedica su vida profesional a este sector -con una vocación y dedicación encomiable, desde hace casi veinte años- y siendo un ejemplo -al menos para mí- de cómo se puede ejercer la función pública, el servicio público, con profesionalidad, entrega, eficiencia, sin caer en ninguno de los tópicos que difaman estereotipando a todo el funcionariado.
Si para tí la enseñanza pública es otro de los «perniciosos efectos de la intervención estatal», tenemos otro punto más de discordancia, amigo Jaizki. Pero, veámoslo en positivo, y bienvenida sea: otro tema más del que debatir y discrepar.
Fernando, conozco excelentes profesores que se dejan la piel, y que vuelven cada día a casa derrotados por tener que pelear contra los resultados de un sistema que reforma tras reforma, siempre impuestas desde las alturas, se aleja más cada vez de su teórico objetivo: educar. A esa perniciosa intervención es a la que me refiero.
Creo que el amigo que apoya el intervencionismo olvida que la verdadera forma de solucionar el problema de la vivienda es teniendo mas gente ofreciendola.
Y para ello hay que darles el incentivo para hacer mas u ofrecer las que ya tienen. O mas bien, dejar de quitarselos, porque la simple demanda de vivienda ya es el incentivo necesario.
Si tanto le preocupa el problema de la vivienda pongase a contruir mas y venda/alquile mas barato para que la competencia tenga que bajar sus precios.
¿Construir todavía más, andres? ¿Competencia? ¿No le parece poco el millón de viviendas en stock sin vender -ni pinta que tiene que se vayan a vender en los próximos años, a no ser que se produzca una drástica bajada de precios?
Ese rollo de la oferta y la demanda ya no cuela, andres. Con la sobreoferta que estamos viendo desde hace meses y la demanda insolvente/embalsada que no puede acceder al mercado ¿libre? (más bien esclavo), es evidente que «la mano invisible» se ha quedado atontada o bien no ha funcionado nunca. Una prueba evidente de que el de la vivienda no es un mercado, o al menos no un mercado al uso. Y menos mal, afortunadamente, porque jugar al juego de la especulación, la oferta y la demanda con un bien básico imprescindible para la vida, como es la vivienda, es tan perjudicial para el conjunto de la sociedad como hemos podido ver en estos últimos años en España.
Ya hemos visto lo bien que funciona el «liberalismo». Ahora déjennos probar otros modelos, por favor, señores liberales, que en el «mercado» de la vivienda ya sobran las recetas neoliberalistas.
Comparto mi posición con Fernando. Apoyo mi punto de vista en un artículo muy interesante que leí en una pagina Web en la que se discuten todo tipo de temas políticos. Además, en http://www.elecciones.com.co también encontraran información electoral muy completa acerca de futuros procesos electorales.