«Hay que despolitizar XXX».
«XXX está politizad@, hay que rescatar XXX para la sociedad civil».
Sustitúyase «XXX» por «la economía», «la sociedad», «la educación», «el sistema de gobierno», «la judicatura», «la cultura»,… y tendremos un axioma intercambiable multifuncional del liberalismo mal entendido. Mal entendido porque, habitualmente, lo que intenta no es «liberar» del «yugo» de la política a la economía, la sociedad, la educación,… sino que pretende, bajo el subterfugio de una supuesta despolitización, politizar pero en sentido distinto al democráticamente decidido por las instituciones representativas de la mayoría de la población. Habitualmente, en muchos casos, este término viene acompañado por otro complementario: la «privatización» como [falso] sinónimo de eficacia versus el servicio público proporcionado por recursos públicos.
Un ejemplo reciente: Stanley G. Payne, historiador norteamericano, supuestamente hispanista, tuvo la desfachatez de hacer las siguientes declaraciones en la Universidad de Georgetown (esa donde imparte magistrales clases el empleado de Murdoch):
«Quien defenda la República en España merece estar en un manicomio»
…la República no es hoy en España algo que anhele el «hombre de la calle, que no está politizado», sino sólo «la extrema izquierda, algún sector del Partido Socialista y los ex comunistas».
O sea, para que nos entendamos: ser republicano es estar politizado. Ser monárquico no, ser monárquico es lo más natural del mundo, es lo que tiene que ser todo aquél que no quiera ser «merecedor de estar en un manicomio» o estar «politizado».
Claro que, viendo la foto del ABC (con el principe Felipe, satisfecho, presidiendo la conferencia), y leyendo más despacio la noticia, más allá de los titulares impresentables, se van desvelando las razones que impulsan a estos «despolitizadores» y «cazadores de locos»: la «Cátedra Príncipe de Asturias» de la universidad de Georgetown, en la línea más neocons de ese otro lado del atlántico, es uno más de esos nidos de lobbyng que intentan sustituir a la voluntad popular, potenciando los encuentros hispano-yankees tipo «las Azores» y reforzando la monarquía como elemento estabilizador de esos encuentros. «Despolitizar», a veces, quiere decir «sustituir votos por Euros», o mejor, por Dólares. Conseguir, con la influencia del poder económico, lo que por virtud de la democracia representativa no consiguen -incluso pervirtiéndola con la maquinaria propagandística funcionando a tope- . Sustituir la ideología de esos pobres ilusos que piensan que les gobiernan los votos por la ideología del poder económico global, multinacional, de los intereses económicos multinacionales.
Seguramente sería ese sistema -euros o dólares por votos- el que podríamos decir que utilizó ese empleado de Murdoch, que hace unos años nos malgobernó, para conseguir la medalla del congreso de EEUU. No me extrañaría que el «acercamiento a la Casa Blanca» que propició el pago de pingües honorarios a los lobbymens de Washington se hubiera fraguado en la misma Universidad de Georgetown. Concretamente, en la «Cátedra Príncipe de Asturias». O en casa de Stanley Payne. O en las Azores. Eso sí, todo totalmente despolitizado. Pofesional, mu pofesional.
Hay otros muchos ejemplos de «despolitización» para favorecer a los intereses del gran capital. Podríamos hablar, sin ir más lejos, de lo que algunos entienden por «despolitización de la judicatura», que consiste, ni más ni menos, en que los jueces les den la razón siempre y apoyen sus intereses personales o de partido. O sobre la «despolitización» de la información o de la cultura, que, para los que la reclaman, habitualmente consiste en que se les dé la razón desde los mass media o los eventos y producciones culturales. Pero este asunto del Ciudadano Payne me ha parecido muy representativo de lo que quieren decir cuando hablan de «despolitizar». Habitualmente, lo único que quieren es mangonear.
(Las fotos son de Lisboa, y están tomadas en el otoño de 2001)
No si esto ya se lo habíamos oído a Franco cuando decía aquello de «Usted haga como yo y no se meta en política»
¿Cómo se me había podido olvidar el ejemplo máximo de «despolitización»?
Gracias, Pablo, por recordarlo.
No tiene nada que ver, pero las referencias a la monarquía me han recordado una noticia reciente que me chocó y como este parece un foro de mentes preclaras lo someto a la consideración del anfitrión y sus visitantes habituales, a ver quien tiene la teoría más molona sobre el particular:
¿Que coño pinta el Borbón mayor (y por extensión, el lehendakari Ibarretxe) en la inauguración de la bodeguita de Gehry?
¿Eso no es un negocio privado?
¿Lo normal no es armar la promo alrededor de Paco Porras o Bárbara Rey o las Ketchup?
A mi el ejemplo de «despolitización» que más me gusta es el de el Banco de España y el BCE. Según los padres de la patria europea y española, como estas instituciones gobiernan asuntos tan importantes (nuestra política monetaria y buena parte de la económica) su dirección no puede depender de un mandanto democrático. Son demasiado importantes como para estar «politizadas». Creo que no requiere comentario alguno. ¿No?
Leolo, ese es un ejemplo prototípico. La «despolitización» de los Bancos Centrales Europeos, que deciden en buena parte la política económica de los 450 millones de Europeos,… ¿a quién beneficia? ¿Realmente es una despolitización, o más bien se trata de que sus decisiones estén en sintonía con lo que interesa a los grandes bancos, multinacionales, bolsas,… europeas? ¿Es bueno que las decisiones sobre el endeudamiento de las haciendas públicas, los tipos de interés o el crecimiento económico, el equilibrio entre inflación y consumo… estas minucias, las decidan «personajes» como Jean Claude Trichet, al margen de sus parlamentos y gobiernos? (por cierto, no sé si sabéis qué «tricher» (no es «Trichet», pero casi) en francés, quiere decir «hacer trampas»; en una traducción libre, «trichet» podría querer decir «tramposillo», «fullero»).
Respecto al comentario de Nacho, leyendo lo que sobre la responsabilidad de la Corona dice la Constitución Española, según los Artº 56.3 y 64.1 y 64.2, «La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados» (…) «por el presidente del Gobierno. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.»
O sea, que el «culpable» de las fiestuquis borbónicas no es el propio ciudadano borbón, sino ZP, porque el rey es un irresponsable (sic). A reclamar al maestro armero, compañero. No sólo es hereditario su cargo máximo, sino que encima no es responsable de sus actos. Por muy juerguista que nos salga.
Mmmmpppppfffff…. sapos y culebras. MecasoenSoria, que diría el Bandido Fendetestas.
Hay algo además curioso: son los propios políticos los que hablan de despolitizar, como si la política fuese algo malo.
Claro que es malo. Malo para los políticos profesionales es que los ciudadanos, los que no pertenecemos a ninguna familia política ni estamos amaestrados dentro de ningún partido tengamos la pretensión de opinar de política, de querer hacerla.
Llaman despolitizar a desdemocratizar. ¿Los bancos centrales despolitizados? Venga hombre, los bancos centrales fuera del control democrático de ciudadanos y urnas, que es muy diferente. Pero sirviendo a intereses políticos (y sobre todo económicos, que es en nuestro modelo neocon, lo mismo al fin y al cabo). A los intereses más sucios y rastreros.
Como la gente «despolitizada» (osea los no sabe/no contesta de las encuestas) no piden la republica, la monarquia es buena. Si tienes opinión tu opinión es mala porque estás politizado. Lo que hay que hacer es no tener opinión y dejar que «ellos» decidan por nosotros.(quienes son ellos? lo decide el espiritu santo en la capilla sixtina?)
Hay algo en lo que discrepo con tu opinión, Morgana, aunque en conjunto la comparto. De una manera bastante demagógica generalizas y hablas de «los políticos», como si la suya fuera una clase compacta y homogénea, como si todos los políticos fueran iguales, o como si todos las personas con adscripción política estuvieran deseando «mangonear» (en tus propios términos, que comparto y celebro, «desdemocratizar«). Y no es así. Al menos yo no lo veo así, y lo conté en un artículo anterior «Todos los políticos no son iguales», de la misma manera que todos los funcionarios o cuadros directivos de las empresas públicas y privadas tampoco son iguales, ¿verdad?
Precisamente son algunos (no todos) políticos, directivos, cuadros e incluso funcionarios, algunos muy concretos, los que defiende lo que tan bien explicas en tu comentario: desdemocratizar para evitar que su «chollo» acabe, aun a costa de que la dirección del barco, las decisiones políticas que dirigen la cosa pública, las tomen de manera aislada respecto a la voluntad de la ciudadanía.
Podría dar muchos más ejemplos (Incineradoras de Resíduos Urbanos, Autopistas Duplicadas o innecesarias o que generan más tráfico privado o Trenes de Alta Velocidad con impactos insostenibles y sin función social aparente,…), pero el del debate monarquía/república es uno muy, muy concretito, muy fácil de visualizar.