Hoy leemos en El Pais que José Luis Bilbao, Diputado General de Bizkaia, propone aumentar el crédito fiscal concedido a cada contribuyente en su IRPF por deducción de inversión en vivienda habitual. Dice el Sr. Bilbao que el límite de crédito fiscal (el total que cada unidad convivencial se puede desgravar de IRPF por compra de vivienda en toda su vida) se ha quedado desfasado debido al incremento del precio de las viviendas.
Y razón no le falta en el análisis sobre el desfase entre crédito fiscal y precio de la vivienda. Ahora bien, si para «apagar el incendio» del desmesurado crecimiento de los precios de la vivienda en Euskadi rociamos el fuego con gasolina, el resultado final creo que será el contrario al que yo creía que todos perseguíamos. Incrementando las deducciones fiscales a la compra de vivienda no se reduce el precio de la vivienda. En todo caso, si tiene algún efecto la deducción fiscal es el contrario, de acicate a la compra, sea a los precios que sea. Porque el ahorro fiscal, de actuar de alguna manera, lo hace como aliciente a la compra, incluso en momentos de inflación brutal del hábitat, como los que nos ha tocado vivir. Quizás esta propuesta del Diputado General de Bizkaia sea únicamente un globo-sonda, a ver cómo respira el personal. O mejor dicho, una burbuja-sonda.
El monto total de la deducción por vivienda en el IRPF de 2003 (último año del que hay publicado «Informe Anual Integrado de la Hacienda Vasca») alcanzó unos 357 Millones de Euros. Actualizando y proyectando proporcionalmente este dato a los ingresos por IRPF previstos en 2006 (aunque, dado que la inversión en vivienda crece no linealmente con los ingresos y las rentas sujetas a impuestos, como bien sabemos, es una simplificación conservadora), podríamos tener como previsión de «gasto fiscal» (lo que dejamos de ingresar en las haciendas forales por deducciones) derivado de la actual normativa sobre deducciones por vivienda vendría a ser algo así como unos 425 Millones de Euros. Que ya son euros. Dinero que se descuenta de sus impuestos (de su cuota) a los compradores de vivienda habitual, sea cual sea su renta. Simplemente por comprar vivienda.
Si este dinero, íntegro, se dejara de deducir del IRPF y se dedicara, por ejemplo, a algo en lo que en este mismo blog hemos coincidido que sería muy necesario y la mejor política de promoción de acceso universal a la vivienda, la VPO en alquiler, pero insuficientemente dotada por la limitación de los recursos disponibles, tendríamos dineros suficientes para construir unas 4.700 viviendas de alquiler. Sólo este año. El año que viene otras tantas o alguna más. Y estas viviendas permanecerían en manos públicas, sin ser patrimonializadas por particular alguno, generando nuevos recursos públicos (el cobro de las rentas) que permitirían su mantenimiento en el tiempo (el de los inmuebles y el de las políticas).
Ahora decidme: si os dan a elegir entre mantener (o incluso incrementar, como propone José Luis Bilbao) la desgravación por compra de vivienda, o eliminarla para dedicar ese gasto fiscal a invertirlo en construir 4.700 viviendas sociales en alquiler más al año… ¿no daríais por bien empleado el uso de esos impuestos?
Si el derecho a la vivienda, constitucional e inalienable, es prioritario y reconocemos su dificultad de acceso como uno de los mayores (si no el mayor) de los problemas de nuestra sociedad, y además coincidimos en que la mejor política de promoción al disfrute de una vivienda digna es la que se basa en el alquiler, y la única dificultad para llevar a cabo una acción más potente en este campo es la disponibilidad de recursos presupuestarios, y si además está claro que la deducción fiscal «nos cuesta» a todos muchos recursos y esta desgravación potencia negativamente, además, la adquisición de vivienda a cualquier precio…
Todos los agentes productores de vivienda, protegida y libre, públicos y privados, han sido capaces de producir una media de 17.000 viviendas al año (datos 2002-2005). De ese total, en el último cuatrienio algo más del 30%, unas 5.200 viviendas al año, fueron VPO, y unas 11.800 libres. Aún así, con el esfuerzo que supone de todos los agentes implicados, el problema no se acaba de solucionar. El impacto de la producción de 4.700 viviendas más, VPO pero todas de alquiler, pienso que podría ser determinante en esa solución definitiva al problema de la vivienda de la sociedad vasca.
Coño 4.7000 VP en alquiler al año! La verdad es que yo no pensaba que podrían salir tantas al año. El Plan Director de Vivienda 2006-2009 pretende pasar de las 8000 viviendas en alquiler social actuales a unas 20.000. La verdad es que esas 4.700 al año gracias al dinero de las DDFF vendrían muy bien. Pero claro está las DDFF prefieren las deducciones a la compra de la vivienda (con independencia del precio de la vivienda cuya compra se facilita) y cuando quieren invadir competencias de otras AAPP y hacer viviendas ya sabemos que lo que les gustan son las Viviendas Casinoprotegidas a precios de Casidemercado. ¿Que le vamos a hacer?
5.200+4.700=9.900 viviendas/año.
En siete años, sin listas de espera en Etxebide. ¿Merece la pena?
¿Y de dónde propones que los partidos políticos saquen tajada de «autofinanciación» si el negocio del siglo deja de serlo? 😉
Estoy contigo en que aumentar la deducción es apagar el fuego con gasolina. Quizás se deba a que hay miedo a que el fuego se apague del todo y la caída del precio de la vivienda nos meta en una espiral deflacionaria como la que ha tenido Japón los últimos 16 años.
De todas formas, eliminar la deducción por vivienda de golpe cuando afecta a unas «inversiones» a muy largo plazo, crearía un problema serio a los que contaron con ella al comprar la vivienda, y que se podrían ver ahogados.
Vamos, que seguramente no sea tan fácil. Pero me parece un buen intento.
José Manuel, ¿prefieres la respuesta políticamente correcta o la sincera? En cualquiera de los casos, quienes quieran sacar tajada para financiar ilegalmente partidos, txantxullos personales u OPAs de eléctricas, podrán seguir haciéndolo con otros productos inmobiliarios, como pasa en otros países donde ya pasó y están vacunados contra la fiebre compradora de vivienda-nuncabajista. Es lamentable, pero mientras ese dogma del bien supremo=libre mercado siga vigente, la especulación seguirá siendo posible, y la corrupción más fácil. Si conseguimos que ambos fenómenos, el latrocinio legal -especulación- y el ilegal -corrupción- por lo menos no utilicen como objeto de deseo la vivienda, algo habremos ganado.
Jaizki, estoy contigo. Ninguna ley o norma que pretenda tener un mínimo de solidez constitucional puede ser de efecto retroactivo. Las viviendas adquiridas ANTES de la promulgación de una supuesta norma de IRPF que anulara las deducciones por adquisición de vivienda deberían seguir manteniendo su régimen de deducciones hasta su amortización final, como ocurrió cuando al PSOE se le ocurrió, allá por los años 80 (qué memoria más frágil tenemos…) la feliz idea de conceder deducciones por la compra de una segunda vivienda: hay gente que todavía, una vez derogada esa estrafalaria norma fiscal, sigue deduciéndose esa segunda vivienda (afortunadamente poca queda, y afortunadamente también, al 10% y no al 15%). Así que aunque se implantara la norma entiendo que no afectaría nada más que a los nuevos compradores de vivienda, que ya estarían avisados sobre su tratamiento fiscal para hacer correctamente sus números (al menos estarían en condiciones de hacerlos…)
Fernando, no creo que pensar que el libre mercado es el bien supremo facilite la corrupción. Personalmente creo que tiene más que ver con la tolerancia social hacia los corruptos. Parece que al que roba a Hacienda hay que darle un premio. ¿Cómo nos podemos extrañar de lo que nos encontramos luego? A veces envidio mucho a los escandinavos, a pesar del frío que pasan.
En cuanto a lo que comentas de que fuese de aplicación únicamente a partir de ahora, lo encuentro muy interesante, pero entonces me parece que no saldrían los números que comentabas en la entrada. Me parece entender que las 4.700 viviendas saldrían de cancelar todas las desgravaciones actuales, no solo de las nuevas. ¿No?
Volvemos a enredarnos en otro debate de difícil resolución, Jaizki, pero en mi opinión el sistema liberal guarda por definición en sus principios el germen de la corrupción: la maximización de los beneficios, a cualquier precio, incluso de la ética o la legalidad, es sólo, en mi opinión, un paso más, un grado de «perfeccionamiento» superior del sistema de libre mercado. Pero en fin, ya te digo que pienso que este es otro debate y que, igual que defiendo yo esto seguramente tú pensarás lo mismo de la economía planificada o del mercado intervenido. Y quizás tengas parte de razón, y la corrupción está más en la naturaleza humana que en los sistemas.
Respecto a la segunda cuestión, es cierto, pero sólo en parte. En un primer momento, efectivamente, la deducción en IRPF por compra de vivienda que se podría eliminar para dedicar a los fines propuestos sería menor, pero con el tiempo (según se fueran amortizando todos los créditos fiscales pendientes) se acercaría al 100% de la deducción total. Pero es que además no estamos contemplando otros efectos posibles de medidas similares en otros impuestos directos e indirectos (Impuesto de Sociedades para promoción y alquiler de vivienda social, exenciones del impuesto sobre transmisiones patrimoniales o impuesto de sucesiones en vivienda,…)
De todas formas, Jaizki, muchas gracias por tu comentario, porque efectivamente, considerando únicamente la deducción por compra de vivienda del IRPF, tienes toda la razón, y yo no había caído en el efecto de la irretroactividad y el periodo transitorio de la posible eliminación de la deducción.
Aunque por lo que he podido ver en la prensa de hoy, esta posibilidad que planteaba tiene cada vez menos posibilidades de ponerse en práctica. De hecho, las tres Diputaciones Forales están planteándose más que duplicar el crédito fiscal, desde los 180.000 € por unidad familiar hasta los 400.000 € para unidades de dos contribuyentes…
…como era de esperar, por otro lado.
Efectivamente es otro debate interesante, aunque parece que coincidimos en que la corrupción está más en las personas que en los sistemas.
Como te decía, creo que la maximización del beneficio no tiene nada que ver con la corrupción. Como decía Voltaire:
«Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen hacer cualquier cosa por dinero»
No es el dinero el que corrompe, si no la persona la que se deja corromper. Echar la culpa al dinero de la propia «debilidad de carácter» -por llamarlo de alguna forma-, es una muestra más de la autoindulgencia que tenemos hacia nosotros mismos. No somos nosotros los que fallamos, siempre es culpa de algo externo.
Por otro lado, la maximización de los beneficios no puede hacerse a costa de la ética y la legalidad si la sociedad no lo permite. Si el mercado castiga a quien no se comporta correctamente, la maximización del beneficio provoca un comportamiento ético, no por convicción propia, sino por interés económico.
Por supuesto, considero que la economía intervenida es completamente ineficiente y que genera más burocracia y corrupción que el libre mercado, entre otras cosas, por que ahí no puede intervenir el mercado como regulador de los comportamientos no éticos.
Estoy de acuerdo contigo en que a MUY LARGO plazo, con la cancelación de las desgravaciones futuras por la compra de vivienda, se liberarían los recursos necesarios para poder tener un sector de alquiler social potente. Pero sería a muy largo plazo, y sólo con voluntad política para destinar íntegramente el importe ahorrado a esa labor.
Por supuesto, hay muchas otras medidas que se podrían adoptar. En su día ya comenté que algunas de estas medidas podrían servir para que hubiera iniciativa privada interesada en crear vivienda para alquiler social.
La noticia que comentas salía en El Correo de ayer. De hecho, había entrado en la página sólo para dejarte el enlace, pero ya he aprovechado para contestar a tu comentario. 😉
Las haciendas vascas mejorarán la fiscalidad de la vivienda
Dudo mucho que el mercado pueda regular éticamente el comportamiento de nadie, persona física o jurídica. Pero de acuerdo en que la culpa de la corrupción está en el interior de las personas (en la que la comete y en las que la toleran), no en el exterior (dinero, poder).
Pero sigo pensando que el sistema liberal, que basa su funcionamiento en la avaricia, en el intento de lucro, de apropiarse de más y más riqueza, sea mejor que otro sistema que no potencie como bien supremo la propiedad privada, el enriquecimiento personal como meta y, al menos en la teoría, busque como objetivo máximo el bien común, la justicia social. De cada cual según su capacidad, y a cada cual según su necesidad.
Muchas gracias por tu enlace. Ya ves que no hay peligro: las Diputaciones no sólo no se plantean reducir, sino que persisten y aumentan («mejoran») las deducciones por compra de vivienda. ¿»Mejoran»…?
Fernando, creo que el debate puede ser eterno. 😉
Si el mercado no regula éticamente, es porque a los que lo componen no les importa la ética. Al menos no tanto como para tomarla en cuenta al tomar sus decisiones de compra.
El sistema liberal permite que una persona pueda guiarse por la avaricia, pero no obliga a nadie a guiarse así. Cada uno es libre de decidir que le mueve, y te repito la frase de Voltaire:
«Los que creen que el dinero lo hace todo, suelen hacer cualquier cosa por dinero»
Es cierto que el sistema liberal se basa en el egoismo individual -que no en la avaricia-, y que está lejos de ser perfecto. Pero me temo que no podemos tener una sociedad perfecta porque los que la formamos distamos de ser perfectos. Y de los sistemas que se han probado, me quedo con el que ofrezca la mayor libertad al individuo.
El compromiso social que propones requiere del altruismo de todos los miembros de la sociedad, y eso es completamente ajeno a la naturaleza humana.
En una sociedad en la que funcionasen el bien común como objetivo y la justicia social, también funcionaría perfectamente cualquier otro sistema. Y en una sociedad en la que eso no funcionase, se estaría primando al más egoísta. Justo lo contrario de lo que pueda parecer.
El famoso «De cada cual según su capacidad, y a cada cual según su necesidad», sólo tiene sentido si todos y cada uno de los miembros de la sociedad está dispuesto a aportar, y la experiencia nos demuestra que no es así. Negar el egoismo humano, no hace que desaparezca.
Hoy en el congreso sobre la Ley del Suelo, en Donostia, comentaba uno de los ponentes que la gran diferencia en materia de vivienda entre el norte y el sur de Europa era el porcentaje de vivienda pública en alquiler, lo cual a su vez se debía a que mientras en el norte se han dedicado a invertir en vivienda pública, en el sur nos hemos dedicado a dar subvenciones y deducciones fiscales.
Y con 4.700 pisos anuales resolveríamos el problema? Según he leído, la demanda actual es de unas 70.000 personas. ¿Qué hago, espero 14 años a ser afortunado en un sorteo? ¿Por qué no se investiga el uso que se les da a los pisos? Con una inspección más eficiente se evitarían los casos de fraude (viviendas desocupadas, realquiladas o revendidas con abundante dinero B). ¿Por qué no se da una vuelta por cualquier inmobiliaria en los ratos que le deje libres su actividad? Créame que le resultará más enriquecedor que trabajar desde un despacho o ir a casa en el coche oficial de turno.
Le recuerdo que lo que se pretende es igualarnos al resto del estado, donde no hay crédito fiscal y dos personas que compran en pareja pueden deducir (por separado) durante toda la vida del préstamo. ¿Dónde hay pisos de 180.000 euros (límite de deducción actual) en Euskadi?
Le doy la razón en que debería gravarse la posesión de viviendas vacías.
Pero no haga demagogia diciendo que las VPO son la única solución. Por supuesto que debe construirse vivienda protegida, pero para aquél que la necesite. Y creo que por el mismo concepto de vivienda protegida debería ofrecerse únicamente en alquiler, pero este es otro debate que si quiere mantenemos otro día.
Lamento no haber explicado suficientemente mi propuesta, Joxepo, que por lo que veo no ha sido bien entendida.
Con 4.700 pisos en alquiler MÁS (además de los 5.200 que como media ya se producen al año en Euskadi, o sea, unos 10.000 al año), junto con otras propuestas y acciones concretas como la puesta en el mercado de la vivienda vacía mediante los sistemas que ya se han iniciado con éxito (programa BIZIGUNE) u otros (gravamen a viviendas vacías en el IBI, que tampoco ven con buenos ojos las Diputaciones FOrales) y toda otra serie de medidas -inspección incluída, por supuesto, en la que también trabaja a conciencia desde hace unos años el Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco- creo que, si no se termina con el problema, al menos se paliaría muy notablemente.
Lo que supongo que nadie negará es que el sistema actual de desgravación fiscal por la compra de vivienda ni es progresiva (se aplica a todo el mundo por igual, sin distinguir entre quien pasa verdaderos apuros para adquirir su vivienda y quien goza de unas rentas altas y posición desahogada) ni va a abaratar la vivienda. Más bien todo lo contrario.
Mi opinión es que estas deducciones fiscales tienen el efecto contrario: como todos sabemos que hay un 15% del precio que nos «devuelven» vía impuestos, las viviendas pueden ser un 15% más caras. Esto creo que no es demagogia, sino efecto económico directo y difícilmente discutible. Esto, además, lo sé de primera mano, porque a pesar de lo que Vd. pueda pensar, le aseguro que paso menos tiempo del que me gustaría en el despacho y recorro todos los días los pueblos y ciudades de Euskadi, en ejercicio de mi ocupación profesional, que consiste en buscar y gestionar suelos para la promoción de vivienda protegida por toda la geografía vasca.
De cualquier forma, le agradezco su comentario, porque creo que para esto sirve este medio, y conocer opiniones incluso contrarias nos enriquece a todos: nos hace reflexionar sobre las propias y reconocer que nadie es el «propietario de la verdad». Estaré encantado de seguir recibiendo sus comentarios en este espacio de debate, donde será bien recibido siempre que guste.
Creo que es importante recordar que en todos los países europeos que tienen unos porcentajes elevados de vivienda en alquiler, esta es en su mayor parte vivienda pública, y esta vivienda pública no se ha construido con deducciones fiscales, sino con inversión directa en la promoción y mantenimiento de un importantísimo parque de vivienda en alquiler
Cierto, Pablo, pero seguramente en esos países europeos el tratamiento fiscal de la vivienda no será como el que tenemos en el Estado Español. Seguramente la presión fiscal sobre la propiedad de viviendas (ocupadas pero, sobre todo, vacías) será mayor, igual que los recursos públicos dedicados a formar un patrimonio público de vivienda en alquiler.
Creo que la política fiscal y la de vivienda social no son vasos estancos, sino comunicantes. De aquellos polvos vienen estos lodos.
Varios apuntes:
En primer lugar mis disculpas por el comentario del despacho y el coche oficial. Lo he releído y me parece que puede resultar grosero.
Insisto en que el sistema actual de concesión de vpo me parece de lo más injusto. Puede que sea el mal menor, pero imaginemos dos hermanos gemelos, con el mismo nivel de ingresos, misma edad, misma situación vital, por llamarlo de algún modo. ¿No es discriminatorio que el gemelo A reciba una vivienda en propiedad, nueva, a un precio que en el peor de los casos es la mitad de lo que le costará a su hermano (mucho más en realidad, dados los costes de financiación), sólo porque su bolita no ha salido en el sorteo? ¿No le queda su vida “resuelta” (y más si después la revende a precio de libre, pero ese es un tema que escapa del objetivo de este foro, supongo)? ¿No sería menos injusto que todo el parque de viviendas de protección de la CAV fuese puesto en alquiler para que los jóvenes, los divorciados, las personas de pocos recursos, las familias numerosas, etc. tuviesen durante unos años una vivienda a precio razonable, que les permitiese ahorrar y –si lo desean, que tampoco es obligatorio- poder acceder a la compra en unos años, posibilitando la rotación de esa vivienda?
En cuanto a la progresividad de las deducciones, sí me parecen : se devuelve un 15% de la inversión en cada año, porcentaje que pasa a ser del 25% si la base imponible queda por debajo de los 27000 euros y se es menor de 35 años. Teóricamente es en los primeros años de vida laboral (y de hipoteca) cuando los jóvenes están en esas condiciones, con lo que se les promociona. También disfrutan ese 25% los titulares de familia numerosa.
La cuestión es que existe un tope, llamado crédito fiscal, que hasta ahora estaba fijado en 180.000 euros (cuyo 15% es 27.000). Es decir, se comprase la vivienda que se comprase, de 180.001 euros o de 900.000 euros, las deducciones no superaban los 27.000 euros. Y si la compra del piso era en pareja, los miembros de la misma debían repartirse las deducciones pues los 27.000 euros eran por vivienda.
Coincido en que un aumento de las deducciones puede impulsar aún más hacia arriba los precios de los pisos, pero cortar súbitamente esas inyecciones de dinero –con las que muchos cuentan- puede significar un cataclismo social, visto el número actual de beneficiarios. Por eso me parece demagógico decir que con el dinero de las deducciones podrían construirse 4700 viviendas anuales más. ¿Cuántas viviendas podrían construirse con una eficaz persecución del fraude en las transacciones inmobiliarias?¿Cuántas con la diferencia en impuestos que paga un beneficiario de VPO y un adquiriente de vivienda libre?
Finalmente, me gustaría apuntar que gran parte de la deducción no es un dinero “regalado” por las instituciones, sino “devuelto” (véase IVA, ITP, IAJD y en general todos los impuestos que gravan la adquisición de una vivienda).
El «gemelo A» recibe una vivienda PARA VIVIR, no para lucrarse (en Euskadi es así, ahora, al menos). Por eso no podrá venderla nunca a precio libre (tiene calificación PERMANENTE, y además en cualquier transmisión posterior el Gobierno ejercerá el derecho de Tanteo, como viene haciendo), no podrá destinarla a otro fin que no sea su domicilio permanente (sino recibirá las consecuentes sanciones administrativas o medidas coercitivas) y, si la vivienda la ha promovido el Gobierno Vasco o Visesa, recibirá únicamente «el ladrillo», no tendrá la plena propiedad sino el «derecho de superficie» durante 75 años.
El «gemelo B» es cierto que hará una inversión mucho mayor, más que el doble en muchos casos, pero la vivienda será suya, en plena propiedad, y podrá «traficar» con ella libremente (en los términos que la ley le autoriza) lucrándose en posteriores transmisiones, alquilándola libremente o dedicándola a segunda residencia (espero que no la mantenga vacía…)
La diferencia entre A y B es clara. «A» disfruta de un producto social, destinado a cumplir su necesidad de habitar, mientras «B», además, ha adquirido un producto mercantil, que puede transmitir o usar con la libertad de cualquier bien sujeto al tráfico mercantil.
Respecto a las deducciones y desgravaciones por la compra de vivienda, podría coincidir contigo en que quizás eliminarlas sea demasiado radical, y que es posible que haciéndolas más progresivas (a cada cual según su necesidad, de cada cual según su capacidad) podrían cumplir una función de equidistribución de la riqueza, pero es muy complejo y siempre, siempre, siempre, tendrá un efecto inflacionista, lo mires por donde lo mires. Lo que no estoy dispuesto a creer es que aumentándolas como pretenden las Diputaciones se haga un favor a nadie. A corto plazo puede parecer que «retorna» un capital a tu bolsillo, pero a largo plazo es contraproducente, pan para hoy y hambre para mañana.
Por último, es cierto que se podrían obtener más recursos de otras fuentes, pero ese argumento creo que sí que es de verdad demagógico. Que haya otros sitios de donde poder sacarlos no invalida éste.
Y de nuevo, quiero agradecerte tu participación. Con los comentarios de tod@s, de verdad, creo que nos enriquecemos y vamos viendo otros puntos de vista. No es cortesía: pienso que es así. Gracias por participar, por comunicar, Joxepo.
Yo soy de la opinión de que efectivamente hay que impulsar el alquiler y no seguir promocionando la compra, si bien es cierto lo que dice Fernando, y hoy por hoy en Euskadi la compra de una VPO no implica las consecuencias de la compra de una VPO en cualquier otra parte del estado: aquí no se adquiere el suelo, aquí no se puede revender a libre nunca, aquí a los 75 años la vivienda revierte a la administración (en muchos de los casos)
En cuanto a las deducciones, yo tampoco soy partidario de reducirlas drásticamente, pero de ahí a duplicarlas !!! ¿No hubiera sido mejor dejarlas como estaban?
Rabanera os contesta…
Dice que hacéis demagogia y habla de las ayudas que la deducción fiscal supone para las familias de nivel medio que están a caballo entre la VPO y la vivienda libre.
¿Qué opináis?
Lo interesante hubiera sido que hubiera entrado al debate directamente aquí y no en El Correo en plan sensacionalista.
Ánimo.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20061018/otros/rabanera-acusa-madrazo-hacer_20061018.html
P.d: Cuidado porque ahora ya estáis prevenidos y sabéis que lo que pongáis puede salir.
Creo que la contestación ya se la han dado mis compañeros en sus respectivos blogs, hontza y leolo, pero por si había alguna duda, insisto en lo que Pablo y Javi escribían en sus respectivos posts de contestación-aclaración: en estos blogs sus autores intentamos transmitir opiniones personales y comentar y hacer propuestas que no tienen por qué coincidir, necesariamente, con la postura oficial ni del Departamento de Vivienda ni de Ezker Batua-Berdeak.
De cualquier forma a estas alturas de la película a nadie debería extrañar que haya diferencias políticas entre posiciones de derecha (PP y PNV) e izquierda (EB-berdeak).
Yo, por mi parte, y a nivel, repito, exclusivamente personal -como todo lo que expreso y he expresado en este blog- reitero que duplicar las deducciones por compra de vivienda no me parece una medida acertada, que es inflaccionista y que no resuelve el mayor problema de la sociedad vasca, que es el acceso a la vivienda de una gran mayoría de la población, cuyo problema no es deducir impuestos, sino disponer de un techo bajo el que vivir (problema previo y perentorio).
Por cierto, Manu, discúlpame porque he tenido que reintroducir tu comentario, porque por un problema de formato del blog había descolocado los campos de texto y gráficos. Únicamente he cambiado de sitio el link. Son cosas del «directo».
Nada, no te preocupes hombre. Bueno, a mí realmente lo que diga Rabanera lo mismo me da que me da lo mismo, pero si que es una de las grandes leyendas urbanas sobre la política actual de vivienda, y uno de los argumentos de los partidos de la oposición e incluso parte del PNV, que con las medidas que se están tomando no se está ayudando en nada a muchos de los ciudadanos de clase media que también las pasan canutas para conseguir tener una vivienda en propiedad, que hay un sector de ciudadanía muy amplio que se queda entre la VPO y la vivienda libre, y ese parece el razonamiento de las diputaciones, el apoyar a esa gente, por mucho que yo también entiendo que eso es pan para hoy y hambre para mañana, me gustaría saber si realmente entendeis que hay un sector de poblacion con sus necesidades de vivienda desatendidas, y que medidas se están llevando a cabo o se contemplan.
Gracias por todo y un fuerte abrazo.
(Los amigos de Pablo, son mis amigos.)